La isla de Jeju es motivo de orgullo para cualquier coreano. Y lo cierto es que razón no les falta. Jeju es una isla de origen volcánico de unos 1.800 kilómetros cuadrados (la mitad que Mallorca) situada al sur del país. Ahora que he visitado la isla, me arrepiendo de no haberlo hecho antes, y con toda seguridad, volveré el verano que viene 🙂
Jeju se caracteriza por muchas cosas, de entre las cuales me quedaré con la hospitalidad de su gente, su pescado fresco y el samgyeobsal de cerdo negro. En la isla, además, se habla una especie de dialecto del coreano, que usa el mismo sistema de escritura (el hangeul) pero tan diferente del coreano estándar que los propios seulitas dicen no entender absolutamente nada.
El soju (bebida nacional coreana) de Hallasan es con diferencia el mejor que he probado. En Seúl es muy difícil encontrarlo, y es que según he oído, su venta en Seúl se prohibió después de que las marcas locales se quejasen (no sé si esto es cierto o no, pero desde luego el soju de Jeju es bastante mejor que el de Seúl y en Seúl no lo hay).
El Seongsan Ilchulbong, o Sunrise Peak para los extranjeros. Se trata de un cráter que durante el amanecer es considerado una de las imágenes más bellas de Corea del Sur. Podéis ver fotos bastante mejores que estas aquí.
Desde Jeju se puede coger este barco que en unos 10 minutos te lleva hasta hasta Udo, otra isla aún más pequeña y con más encanto (hablaré de ella en el siguiente post).
Otra de las características de la isla de Jeju es que es destino de multitud de parejas de enamorados y recién casados. Y como toda pareja coreana, es obligado viajar con couple-t-shirt.
Ay qué rico el cerdo negro! Una de las cosas que diferencia el samgyeopsal de Jeju del que puedes comer en la península, es que en Jeju, el cerdo se come con piel incluída.
Por supuesto no pudo faltar una noche de marcha, en la que gracias a un tío de Shienna entramos por la patilla en uno de los clubs más grandes que he visto nunca 🙂
El último día fuimos a comer faisán, otro plato típico de Jeju. Éste es el restaurante donde comimos. Como en la mayoría de restaurantes en Corea, se come sin zapatos y sentados en el suelo.