Viaje a Boracay

Recientemente, aprovechando las vacaciones por el Año Nuevo Lunar, decidimos pasar unos días en (según dicen) una de las mejores playas del mundo, la White Beach de Boracay. La verdad es que la playa no decepcionó.

DSC_8434
En pocos sitios en el mundo se puede disfrutar de una playa de cuatro kilómetros de arenas blancas y aguas tan cristalinas. Sin duda una de las mejores playas del mundo.

DSC_8435
Aquí Jairo y Álvaro figurando. Una lástima el tiempo, que nos tocó bastante nublado e incluso llegó a llover un poco. Eso unido a un resfriado que me tuvo en cama casi dos días deslucieron un poco el viaje.

DSC_8437
Una de las cosas negativas de la playa fue que a veces agobiaba un poco ver a tanta gente cuando se supone que estás ahí para descansar. Sobre todo acostumbrado a ver playas semi-desiertas en otras visitas a Filipinas, como en Camotes o en Bohol.

DSC_8443
Siendo año nuevo chino, era obvio que nos encontraríamos bastantes coreanos y chinos, y así fue. En esta foto un grupo de coreanos, inconfundibles con sus pamelas para el sol y sus bikinis con capucha para que no les de el más mínimo rayo de sol.

DSC_8477
Las cenas que nos pegamos fueron de gula. Los precios en Boracay no son tan baratos como en otras zonas de Filipinas, pero aún así, es un lujo comer pescadito fresco. Aquí el atracón de gambas que nos pegamos (¡va por tí Ciro!).

DSC_8457
Otra ventaja de Boracay es que, a diferencia de otros sitios en Filipinas, por la noche hay cosas que hacer aparte de dormir. Un tatuaje de henna (o alheña), un masaje, tomar unas copas en un pub… En fin, una isla con mucha vida nocturna.