Aprovechando el puente del día de los niños. Hicimos un viajito a la costa este de Corea. Esta costa se caracteriza porque esta formada en su mayoría por playas, a diferencia de la costa oeste donde el mar es una especie de lodazal (que pudimos ver durante nuestro viaje a Oido). Decidimos hacer el viaje con un tour organizado, cosa que al principio no me convencía demasiado, pero al final resultó bastante cómodo y pudimos ver bastantes cosas en sólo un día.
La primera parada fue en el Parque Nacional de Odaesan (en la provincia de Gangwon-do), dada la época del año, estaba todo bastante bonito.
La entrada al parque nacional, en el que también se encuentra el templo budista Woljeong-sa.
Éstos dos chavales nos acompañaron durante todo el viaje. En el día de los niños (que es fiesta nacional en Corea) muchos padres aprovechan para llevar a sus hijos de viaje.
Jiwon en un puente con la decoración típica del cumpleaños de Buddha.
Todos los templos budistas tienen esta especie de fuente donde la gente puede lavarse las manos y refrescarse.
Otra foto de los farolillos en el puente.
En la estación de Gangneung (강릉역), cogimos un tren que recorre parte de la costa este. A diferencia de otros trenes, en éste los asientos están orientados hacia las ventanas del lado del mar. Esta mascota saludaba a los chavalines conforme iban subiendo al tren.
¿Y qué se veía durante el trayecto? Pues durante gran parte del mismo, esto. Una costa fortificada con alambradas y puestos de vigilancia cada cien metros más o menos. Y es que la amenaza norcoreana se nota sobre todo en las costas y en la zona norte de Corea del Sur.
Según rezaba un cartel, este buque norcoreano fue interceptado cuando se acercaba «demasiado» a la costa. Ahora está expuesto como si de un trofeo se tratase.
En una de las playas sin vallar.
Pese a ser el día de los niños, a éste chavalín le había tocado currar aquel día.
Básicamente, tenía que vigilar que nadie se acercarse a la lancha mientras la empujaban hacia el mar con el toro mecánico.