Aprovechando que tenía que tramitar mi visado de trabajo, hemos pasado 5 días en Tokio. Ya depaso también haciendo una visita a Jairo, Peque y Satomi, a los que no veía desde el año pasado. Es la tercera vez que estoy en Tokio, pero aún así, Tokio es una ciudad que no deja de sorprender. Aquí os dejo algunas fotillos 🙂
Jairo anda suelto por Tokio… ¡¡y va en moto!!
Una de las cosas que más llama la atención de Tokio es su extremada limpieza. Aquí estaban sacando brillo a las líneas amarillas del metro.
Con Jiwon, Jairo, y Celia en un izakaya justo debajo de las vías del Shinkansen.
Todo el mundo sabe que los tipos de interés en Japón están por los suelos… Al parecer, en las rebajas tampoco se prodigan mucho.
En Takeshita Street (Estación de Harajuku) es fácil encontrar personajes vestidos con trajes como éste (cosplay). Curiosamente, en Seúl también están proliferando cada vez más y pueden verse los fines de semana en la zona de Hongdae.
Con Jiwon en el Parque de Yoyogi, cerca de Takeshita street.
El día que fuimos a ver la Tokyo Tower fue el único en el que el cielo estaba despejado, ideal para hacer este tipo de fotos. No sé por qué (contaminación?) pero en Seúl el cielo tiene siempre un tono blanquecino que hace fácil que se sature en las fotos saliendo completamente blanco 🙁
Justo al lado del Asakusa Temple (visita obligada para todo turista en Tokyo, y donde ya estuve en mis dos viajes anteriores) están estos jardines.
Aunque aún es algo temprano (los festivales suelen tener lugar a mediados de abril), pudimos ver algunos cerezos en flor, típicos de Japón, en el Parque Ueno Onshi, donde no había estado antes.
Otro de los lugares donde no había estado antes y que me sorprendió fue la Isla de Odaiba. Os recomiendo ir de noche porque se puede disfrutar de estas vistas (eso sí, en días de viento como el que fuimos nosotros, hay que ir preparado para pasar frío…).
Por supuesto, no pudo faltar una noche de marcha por Roppongi, aquí estamos (de izquierda a derecha) servidor, Jiwon, Elena, Peque, Jairo y Satomi.
El último día, éste era el aspecto que tenía el cielo (la foto no está pasada por PhotoShop). Sorprendentemente, al final ni siquiera llovió.