No es ni la primera, ni la segunda vez que visito este palacio, pero por ser primavera, su aspecto y el buen día que hizo, eran dignos de dedicarles este post con algunas de las fotografías que hice. Además, si no me equivoco, después de que ardiese la Namdaemun, el Palacio de Gyeongbokgung es el atractivo turístico más importante que le queda a Seúl.
En este lugar es donde descansaba el rey durante los meses de verano verano. Está completamente abierto y rodeado por las aguas de un lago para que su majestad estuviese bien fresquito.
Supongo que en ese barquito es como se llega al palacete del centro del lago.
Otro de los lagos del palacio cuyo aspecto había mejorado bastante con la llegada de la primavera.
Me pareció bonita esta estampa, ¿no creéis? (UPDATE: Esta foto contrasta con éstas otras de Kirai. Las culturas coreana y japonesas aun siendo similares difieren bastante: mientras en Japón él es el rey único y supremo, en Corea, ellas son las princesas indiscutibles.)
Otra pareja disfrutando del día en el palacio. No sabría decir si el chico iba vestido de tigre o de Pichachu… en todo caso, se puede tener más clase 😉
Ya fuera del palacio, nos encontramos con este templo decorado con motivo del Cumpleaños de Buddha, con los mismos farolillos que vimos durante el viaje a Yeoju.