Mi último viaje ha sido a Camboya, probablemente el país donde más pobreza se respira de todos en los que he estado. Me habían hablado maravillas de los templos de Angkor Wat, y tenía muchas ganas de hacer este viaje, así que me tomé unos días libres en la oficina y me fui para allá yo solito. Una vez en Phnom Penh, me esperaban Carlos, Sara y Camino, que me acompañaron hasta Siem Reap, la ciudad más cercana a los templos de Angkor.
La primera noche fuimos a ver un espectáculo de baile tradicional Khmer.
Ya en los templos de Angkor, cacé a este mono que casi me come… Vaya susto me dió y sólo estaba bostezando 😛
Ahí está, por fin, el majestuoso Angkor Wat. Impresiona bastante ver el buen estado en el que se encuentra, teniendo en cuenta los casi 1.000 años de antigüedad que tiene.
Los niños mendigos estaban por todas partes. Yo soy de la opinión de que dando dinero a estos niños lo único que haces es fomentar que los padres les utilizen, pero es difícil resistirse y esta niñita pudo conquistar el débil corazoncito de Carlos.
Todos juntos, de izquierda a derecha, Camino, un servidor, Carlos y Sara.
Chica camboyana cuidando de sus hermanos mientras sus padres trabajan en un campo de arroz (según nuestro guía, una familia campesina camboyana suele ganar unos 2 dólares al día trabajando en los campos de arroz).
En el templo Ta Prohm, impresionante por los árboles que se entremezclan con las ruinas y famoso porque se rodaron en él algunas escenas de la película Tomb Raider.
Ya en Phnom Pehn, el Palacio Real.
Puesto de carne fresca (a 30 grados a la sombra, por no hablar de la humedad) en el Russian Market.
En Phnom Penh, me sorprendió ver la cantidad de gente que juega al badminton, se ve que les encanta. Había bastante gente en los parques, como si de cualquier país occidental se tratase. Ahora bien, en cuanto te alejabas una manzana del parque, volvías a la más pura miseria.
…Y como no tengo más tiempo (me voy a Busan en unas horas), paso de poner más fotos, para verlas todas, mi flickr.
Muy resumido, como se nota que te falta tiempo no? asi que, de viaje otra vez? no paras la pata amigo.. Disfrutalo.
Es lo que dices, la miseria que hay por Camboya es la cara amarga que tiene el país. Hay que saber tomarselo con calma y claro, no se puede dar a todos.. que sino
Yo estuve hace un par de semanas por allí y me pareció un lugar fantástico.
Eso sí, vimos las mismas cosas… incluido el espectáculo.
He encontrado tu blog gracias a Javier, y como no descarto ir a Corea en el futuro me he suscrito a tus feeds.
Enhorabuena por el blog, lo poco que he visto me ha encantado!!!
Un saludo!!!